Eternamente Cervantes

En tiempos de Cervantes

C. Monteverdi

Si dolce è `l tormento

G.F. Händel

Piangerò la sorte mia (Giulio Cesare in Egitto)

S. Prokofiev

Montescos y Capuletos (Romeo y Julieta)

G. Verdi

Sul fil d’un soffio etesio (Falstaff)

Inspirados en aquel tiempo.

E. Toldrá

Después que te conocí
Madre, unos ojuelos vi

M. de Falla

El amor brujo

El círculo mágico
A medianoche
Danza ritual del fuego

Cervantes en nuestro tiempo.

A. Vives

Madre, la mi madre

F. Obradors

Consejo

E. Halffter

Canción de Dorotea

L. Balada

Tres cervantinas

Bailan las gitanas
Madre, la mi madre
Pisaré yo el polvico


Notas al programa:

El programa Eternamente Cervantes comienza recordando el contexto musical que rodeó a Cervantes con la pieza de Monteverdi Si dolce è’ltormento. Tiempo aquel en el que también nació otro mito literario, Shakespeare. Ambos maestros sentaron las bases de la literatura moderna en sus respectivas lenguas maternas. Los dos ofrecieron soluciones literarias paralelas con tramas que acostumbraban incluir drama y comedia. Oiremos un aria de Cleopatra del Julio César de Händel, que se aleja de la tragedia histórica de Shakespeare. Un salto musical de doscientos años nos llevará a la pianística Montescos y Capuletos de Prokofiev, inspirada en la gran tragedia de Romeo y Julieta, a la que seguirá el aria Sul fil d’un soffio etesio de la ópera Falstaff de Verdi, basada en Las alegres comadres de Windsor y Enrique IV del dramaturgo inglés.

En la segunda parte del programa, Inspirados en aquel tiempo, podremos escuchar dos piezas de Eduard Toldrà con textos de Francisco de Quevedo y Lope de Vega, escritores españoles del Siglo de Oro, del que Miguel de Cervantes fue su máxima figura. Además, podremos oír al piano una selección de piezas de El amor brujo de Manuel de Falla, uno de nuestros músicos más internacionales. Profundamente conmovido por las artes en el Siglo de Oro español, Falla se inspira en la tradición musical de la época y la lleva a su personal y magistral visión del folklore, consiguiendo resultados tan evocadores e intensos como los plasmados en esta selección de piezas de tan fascinante obra.

En el tercer bloque del concierto, escucharemos piezas con textos de nuestro venerado y honrado Cervantes. Madre, la mi Madre, de Amadeo Vives, con texto de El celoso extremeño. Consejo, de Fernando Obradors, y la Canción de Dorotea, de Ernesto Halffter, ponen música a las líneas de D. Quijote de la mancha. Cierran el programa tres piezas de Leonardo Balada, nacido en 1933 en Barcelona, que trabajó con Dalí y es hoy en día reconocido entre los grandes compositores de nuestro tiempo. Estas tres cervantinas son unas piezas que Cervantes escuchó en otros tiempos, con otras músicas, quedando recogidas en sus creaciones literarias como expresión del arte sonoro de su época. Hay quien dice que Cervantes tocaba la vihuela y entendía perfectamente la música. Bailan las gitanas es una petenera cuyo ritmo seco y escueto es presentado en clusters pianísticos. Procede de la obra Pedro de Urdemalas y resume bien el episodio del rey que queda prendado de la gitana Belica provocando los celos de la reina. La segunda canción toma su texto de El celoso extremeño, ya escuchado con música de A. Vives, al que Balada da un tratamiento melódico y rítmico muy diferente. La letra advierte que una esposa honesta no depende de la vigilancia o encierro al cual sea sometida por su marido, sino de ella misma. La última de estas cervantinas, Pisaré yo el polvico, procede del entremés La elección de los alcaldes de Daganzo. Está escrito en verso y desarrolla con fina ironía las cuestiones que plantean los aldeanos para elegir a su alcalde entre los cuatro candidatos que exponen sus méritos para alcanzar el cargo, y cuando acaban llegan unos gitanos cantando. Sátira de la vida rústica que se puede extrapolar a otras épocas cuando de candidatos a elecciones se trata.